
Diplomáticos de 27 países europeos, americanos (México, entre ellos) árabes y asiáticos participaban en la visita organizada por el Ministerio de Exteriores palestino a la localidad de Yenín, en el norte de Cisjordania ocupada, contra la que abrió fuego el Ejército israelí.
Según la lista actualizada por el ministerio organizador del viaje, había representantes de la Oficina de la Unión Europea y de 14 países de esta organización: Portugal, Austria, Bulgaria, España, Lituania, Polonia, Rumanía, Francia, Holanda, Finlandia, Italia, Alemania, Dinamarca y Bélgica.
También de Canadá, de Reino Unido, de Rusia y de los latinoamericanos Chile, México y Uruguay, así como de los árabes Jordania, Marruecos, Turquía y Egipto. Del continente asiático, habían acudido diplomáticos de China, Corea del Sur y Japón.
Además, según la lista, en la visita también había representantes del Programa Mundial de Alimentos (PMA) y de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA).
El secretario general de la ONU, António Guterres, dijo este miércoles estar “alarmado” por el incidente registrado horas antes en Yenín, cuando una delegación diplomática de más de 20 países diferentes recibió disparos aparentes de intimidación por parte del Ejército israelí.
“Sean disparos de advertencia o de lo que sea, esto es inaceptable (…). Está claro que los diplomáticos estaban haciendo su trabajo, y jamás deberían ser disparados o atacados en modo alguno. Su seguridad debe ser garantizada en todo momento”, dijo el portavoz de Guterres, Stéphane Dujarric.
El portavoz instó al Gobierno israelí a llevar a cabo “una investigación exhaustiva” y a “compartir sus resultados con nosotros”, además de tomar medidas para que nada similar pueda volver a ocurrir
La Secretaría de Relaciones Exteriores de México (SRE) informó que pedirá explicaciones a Israel por el ataque contra diplomáticos en Cisjordania -donde se encontraban dos mexicanos que resultaron ilesos-, al considerar que se violó la Convención de Viena.
En un comunicado, la SRE apuntó que, aunque el ejército israelí “justificó” sus disparos argumentando que la delegación diplomática había invadido una “zona no autorizada”, no existe constancia de tal invasión
