Tamaulipas, 5 de julio de 2025 — La cuarta visita de Claudia Sheinbaum Pardo a Tamaulipas ha recalentado el escenario político local, generando una oleada de declaraciones y posicionamientos de actores estatales. En medio de ese contexto, el senador José Ramón Gómez Leal volvió a distinguirse no por el estridente ascenso mediático, sino por su firme estilo político de cercanía y gestión silenciosa.
Del reflejo mediático a la vocación territorial
Mientras otros líderes elevan discursos y buscan visibilidad, Gómez Leal optó por permanecer cercano a las comunidades. En redes sociales se limitó a valorar la presencia de Sheinbaum en el estado:
“Tenemos una Presidenta de territorio. Claudia Sheinbaum Pardo ha venido 4 veces a Tamaulipas y ya recorrió todo el país 2 veces. La admiro mucho. ¡Nos pone el ejemplo de servir al pueblo!”
Distinto al protagonismo del resto, su elección fue la de permanecer con la ciudadanía, escuchando, respondiendo peticiones y sumando cercanía institucional. Esa coherencia entre mensaje y acción es la que cimenta su discurso de vocación, más que de coyuntura.
Un político con raíces y resultados
Gómez Leal ha construido su impronta desde la base, con una trayectoria que refleja su voluntad de involucrarse en el trabajo público. Según Victoria al Día, su sello es “respeto a las raíces del pueblo tamaulipeco y una visión de futuro basada en justicia social y transparencia”.
Durante su paso como delegado federal de programas sociales (2018–2021), reforzó mecanismos de rendición de cuentas en terreno. Desde el Senado, impulsó leyes para limitar el nepotismo —cuestionando que los cargos públicos se conviertan en herencias familiares— y promovió proyectos de infraestructura educativa y conectividad rural.
Un diferencial estratégico
En el panorama actual, donde lo mediático suele eclipsar lo sustantivo, José Ramón Gómez Leal apuesta por un perfil de acción discreta. Su enfoque contrasta con el ambiente político reciente en Tamaulipas —marcado por la confrontación y el espectáculo— y se inscribe en una lógica más cercana a la política de largo plazo, alimentada por la relación directa con la ciudadanía.
La exposición mediática de Sheinbaum convence a muchos a subirse al tren del marketing político. En ese tablero, JR ha preferido mantener su lugar en el terreno, sosteniendo que hacer política es una labor continua y no un acto de oportunidad.
Como parte del foro político nacional, estas elecciones serán una prueba de fuego para quienes privilegian las formas sobre los fondos, o la cercanía real en terrenos complejos. JR insiste en su fórmula desde Tamaulipas: trabajo constante, sin reflectores, con la gente como brújula y meta.

